Entrevista a la responsable del departamento de Proyectos Sociales de FEPAMIC con motivo del Especial sobre la Ley de Dependencia que ofrece Diario Córdoba
FEPAMIC incluye en su cartera de actuaciones atenciones básicas a personas con discapacidad y/o en situación de dependencia derivadas de la crisis sanitaria. ¿En qué consiste el proyecto?
La Federación Provincial de Asociaciones de Personas con Discapacidad (FEPAMIC) dispone, a través del programa de asistencia personal subvencionado por la Junta de Andalucía y el Ayuntamiento de Córdoba, de medidas fundamentales para la promoción de la autonomía personal de las personas con discapacidad (más si cabe si son dependientes). Su objetivo es permitir la vida independiente, posibilitándole su empoderamiento personal y su autodeterminación y, por tanto, una efectiva inclusión social y participación en la vida en comunidad, es decir, poder establecer un proyecto de vida que favorezca su autonomía.
La figura de asistencia personal es de reciente creación, ¿cómo surge en España?
La asistencia personal se trata de un apoyo, constituido en la década de los ochenta, a partir de las reivindicaciones del colectivo de personas con discapacidad para conseguir una vida independiente. Los antecedentes se remontan al movimiento de vida independiente surgido en Estados Unidos en los sesenta. Estamos hablando de un derecho humano de las personas con discapacidad, tal y como se recoge en la Convención de la ONU sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad de 2006 (CDPD). En dicha convención, se hace mención específica a la Vida Independiente a través de su artículo 19: “Derecho a vivir de forma independiente y a ser incluido en la comunidad”.
Profundice un poco más, ¿encuentra regulación en España?
En nuestro ordenamiento jurídico se carece de una regulación general de dicha figura. A nivel estatal, solo se contempla –y de forma poco precisa- en la Ley 39/2006, que prevé en su artículo 19 la concesión de una prestación económica de asistencia personal. Realmente no regula la asistencia personal, sino que dibuja los contornos de una prestación económica para contratar un servicio de asistencia personal de las personas que tengan reconocida la situación de dependencia. Y es que, a la hora de conformar el estatuto jurídico del asistente personal, hay que partir de que podrán recurrir a ellos no solo las personas en situación de dependencia, sino que se extendería a las personas con discapacidad que lo requieran.
“La asistencia personal tiene un papel fundamental como medio que facilita que las personas con discapacidad puedan elegir y hacer realidad su proyecto de vida”
Ana Gema Torrico
Hace mención a la vida independiente como elemento clave para la creación de la asistencia personal. ¿Qué engloba este movimiento?
La asistencia personal surge con el movimiento de vida independiente como una “herramienta humana” para proporcionar una mayor igualdad de oportunidades a las personas con discapacidad. En cualquier modelo de gestión de vida independiente, la asistencia personal tiene un papel fundamental como medio que facilita que las personas con discapacidad puedan elegir y hacer realidad su proyecto de vida.
Entonces, la persona con discapacidad toma el control para ser la protagonista de su propia vida con la colaboración de la asistencia personal.
Así es. La asistencia personal es una ayuda entre personas, regulada por un contrato laboral, donde se distinguen nítidamente los roles de la persona con discapacidad que recibe la asistencia y tiene el control de la relación (toma de decisiones) y los de la persona que ejerce la asistencia personal, el asistente personal. La persona con discapacidad ejerce una figura de decisión en la relación laboral. Es por esta razón que se define como una figura de auto-ayuda, ya que la acción siempre la inicia y la decide la persona con discapacidad.
Centrémonos en los fines del programa. Según nos cuenta, tiende a cubrir las necesidades diarias de las personas con discapacidad. Exactamente, ¿cuáles son los fines de la actuación?
Las finalidades fundamentales de la asistencia personal versan en el apoyo a las personas, basado en los principios de dignidad, autonomía, corresponsabilidad y el fomento de la calidad de vida. Permite que la persona beneficiaria tenga el control sobre su propia vida y sobre los servicios que le conciernen, los cuales han de poder ser efectivos para que los derechos sean reales. Los principios de este nuevo modelo hacen que la diferencia fundamental de la asistencia personal establece una forma diferente y novedosa de entender la atención y el apoyo hacia las personas con discapacidad y/o en situación de dependencia y a sus familias.
De todo su alegato, sacamos en conclusión que la persona con discapacidad adopta un rol protagonista. ¿Cuál es la transición hasta llegar a este punto?
La persona beneficiaria de este proyecto adopta una actitud activa y no pasiva en la gestión el apoyo. El cambio de papel de las personas con discapacidad supone asumir la responsabilidad de su propia vida, en lugar de ser beneficiarias de decisiones que toman otros (profesionales, entidades…). Implica también un importante cambio en el papel del profesional que se convierte en un facilitador. Por lo tanto, desde FEPAMIC consideramos tanto a la persona usuaria como al asistente personal protagonistas del proyecto.
Con esta nueva visión, las características que definen los recursos de asistencia personal, y que lo diferencia de otros servicios, es que se centra en la flexibilidad, la adaptación a las necesidades cambiantes de apoyo, la decisión propia de la persona respecto a su servicio, su libertad, su independencia y su capacidad de improvisación.
En definitiva, si bien se genera la autonomía de la persona con discapacidad, la persona que realiza las funciones de asistencia personal tiene una gran relevancia en sus acciones.
La persona con discapacidad elabora primeramente su Plan Personal de Vida Independiente en el que determina las horas de servicio, el perfil de su asistente personal, los horarios, las funciones, las tareas y el grado de formación que cada asistente necesita. Así mismo, decide la intensidad de apoyo que le hará falta, si a través de una entidad cogestora y/o de otras personas ya usuarias (apoyo entre iguales). Una vez confeccionado, un asistente será la persona que le ayude a desarrollar su vida. Las funciones del asistente son tan variadas como necesidades plantee la persona a la que asiste. Pueden ser funciones de acompañamiento en el domicilio, acompañamiento en el ocio, hacer la compra, apoyo en el aseo personal, conducir, apoyo para vestir y desvestir…
“FEPAMIC prima la contratación de personas con discapacidad como medio para el desarrollo profesional”
Ana Gema Torrico
FEPAMIC pone en valor la figura de la asistencia personal porque posibilita al colectivo una forma de insertarlo en el mundo laboral. ¿Cómo es eso?
En los programas de asistencia personal no solamente se benefician las personas con discapacidad y/o en situación de dependencia al que va destinado el servicio, sino que, además, se benefician las personas contratadas para tal fin, ya que siempre se ha contratado, en mayor o menor medida, a personas con discapacidad, contribuyendo de esta manera, a la consecución de uno de los fines prioritarios de FEPAMIC: el mantenimiento y la creación de empleo para personas con discapacidad. Desde su inicio, en 2016, se ha primado la contratación de personas con discapacidad como medio para el desarrollo profesional.
¿De qué manera ha afectado la crisis sanitaria a este programa?
En los dos últimos programas nos hemos debido adaptar a las necesidades emergentes, priorizando las situaciones personales en la que muchas de las necesidades más básicas como la alimentación y la higiene personal no están cubiertas, o al menos, parcialmente.
¿Qué reto tienen pendiente en relación a la dependencia de las personas beneficiarias?
El movimiento asociativo de personas con discapacidad tenemos un gran reto y una responsabilidad por delante para dar el impulso definitivo a esta prestación fundamental, basada en el derecho de las personas con discapacidad y/o en situación de dependencia y las familias de vivir una vida independiente. FEPAMIC pone en valor este tipo de recurso desde 2016, prestando servicios adaptados a las necesidades de las familias y de las personas benefactoras.